
Umbrío. 2025 / Quintaesencia nocturna
01. Introducción
02. El vacío de una flama bajo el firmamento
03. Vientos del clamor del pasado
04. Polvo, piedras, silencio
05. Interludio
06. Envueltos en signos errantes
07. Delirio del misticismo nocturno
08. Coda
-Umbrío-
Country of origin: Chile
Location: Valdivia, Los Ríos
Contact: umbrio.valdivia@gmail.com

Desde las neblinas funerarias que envuelven perpetuamente a Valdivia, Chile —donde la humedad se confunde con el aliento de la muerte— UMBRÍO emerge nuevamente desde la penumbra con su segundo conjuro: “Quintaesencia Nocturna”. Este opus no es un simple álbum, sino una emanación maldita, una llama negra que se alimenta de la putrefacción del tiempo y de la insondable inmensidad del vacío primordial. Una llamada a la disolución del espíritu en la noche eterna.
Forjado en una introspección severa y hermética, ocho himnos componen esta obra, cada uno como un sello arcano tallado en piedra húmeda y fría. Estas entidades sonoras funcionan como puertas hacia reinos donde la luz jamás ha existido. Todo rastro de humanidad es arrancado para dejar expuesta la esencia mineral, abismal y eterna de la oscuridad. Los pasajes del álbum destilan una majestuosidad sepulcral, reafirmando la devoción absoluta de UMBRÍO hacia los cimientos más inmisericordes y primigenios del Black Metal.
En hermandad con Vampiric Militant Legions, surgida desde las tierras ensangrentadas, brumosas y embrujadas de Transilvania, esta alianza levanta un estandarte de sombras que no pertenece a este mundo. La impronta vampírica, oculta y ritualista, potencia la naturaleza insurgente y corrosiva de “Quintaesencia Nocturna”, convirtiéndolo en un decreto espiritual que trasciende geografías, épocas y cadáveres de civilizaciones gastadas.
Con estos ocho cánticos de absoluta negación, UMBRÍO no solo reafirma su sitial dentro del culto impenetrable del Black Metal sudamericano: eleva su visión hacia un plano donde la conciencia es devorada por la vastedad de un firmamento sin estrellas. “Quintaesencia Nocturna” se erige, así, como un monumento de oscuridad inexorable, un testimonio de decadencia espiritual, disolución existencial y fidelidad eterna a la noche que devora toda forma y todo nombre.