Esta creación musical, surgida de las entrañas de Nether Darkness, destila una malevolencia siniestra y retorcida, capaz de perturbar las fibras más íntimas del alma.
La banda, hábilmente versada en los matices más oscuros, navega por un abismo de velocidades, desde ritmos explosivos impulsados por el veneno más perverso hasta grotescas cadencias intermedias y movimientos atmosféricos que se arrastran con la lentitud de una agonía eterna. Vhorthax, en su cacería musical, se deleita tanto en los extremos más lóbregos como en el escalofriante término medio del espectro sonoro. Su enfoque, impregnado de la malignidad más pura, se erige como una manifestación de caos que deja una impresión oscura y perturbadora en su estela.
En lo que respecta a Vhorthax, la capacidad para forjar riffs memorables es siniestramente maestra. Ya sea infectando sus composiciones con melodías ennegrecidas o plasmando ritmos repulsivos, demuestran un control magistral sobre las energías demoníacas que han invocado.
El vocalista, portador de un gruñido que emana de las profundidades de un abismo sin fin, pronuncia con maestría las palabras de una oscuridad eterna. Sus guturales, acompañados por alaridos cortantes e inhumanos y otras manifestaciones vocales igualmente retorcidas, inyectan una sensación de satisfacción extremadamente inquietante.
La grabación de este EP logra un delicado equilibrio entre la estética glacial del black metal y la imponente musculatura del death metal, sin dejar resquicio alguno para la crítica, salvo quizás la insaciable necesidad de más de esta oscuridad sonora que nos consume.