Desde tierras andaluzas emerge con fuerza el primer lanzamiento de un nuevo proyecto que evoca al monte Natín. Este trabajo, compuesto por cinco temas, nos sumerge en un abismo ocultista y oscuro, fusionando con maestría el raw black metal y el black metal atmosférico. La crudeza descarnada del sonido de la guitarra, directo y afilado, se entrelaza con una atmósfera que invoca lo místico, lo oculto y lo gélido.
Las composiciones se despliegan con una brutalidad salvaje sobre una base de riffs crudos y distorsionados, explorando un estilo que oscila entre el raw black metal más puro y tonos depresivos. Las voces, desgarradoras y brutales, narran la caída de Granada en manos castellanas con una ferocidad que hiela la sangre.
La faceta más atmosférica del álbum es igualmente impactante, transportándonos a un mundo medieval donde historia y leyenda se entrelazan en un torbellino de oscuridad. El ritmo, a menudo, se sumerge en paisajes evocadores, donde Aznaitín muestra todo su poderío, equilibrando su brutalidad con la habilidad de dibujar escenarios polvorientos y medievales de luchas territoriales, impregnados de sonidos orientales y ecos de tiempos remotos de sangre y sudor.
En definitiva, estas cinco canciones no solo no nos dejan indiferentes, sino que nos golpean con una fuerza brutal, gracias al equilibrio perfecto entre la crudeza más feroz y una atmósfera cargada de poder evocador de épocas medievales.