Obsidian Flame of Thy Offering emerge como un ritual de fuego y sombras dentro del metal extremo marroquí. Un testamento sonoro donde la magnificencia sinfónica se funde con la furia implacable del black metal, atravesado por pasajes acústicos inquietantes, atmósferas densas y la crudeza emocional del post-black. No es solo un disco: es una herida abierta que respira tragedia, misantropía y autodestrucción, un altar donde la belleza y el caos se consumen mutuamente.
Un himno a la caída y al renacer en la oscuridad.
“Quémame una vez más… y me alzaré, coronado de ceniza, con odio en el aliento y espinas enroscadas en mis venas. De la agonía tallé mi trono, y cada cicatriz entona himnos a la ruina que alguna vez llamé salvación.”
Pagan Ulver surgió en julio de 2020 en Settat (Marruecos), entre sombras y tiempos de incertidumbre. Desde sus primeros pasos, la banda rechazó los moldes rígidos del género y, tras experimentar con distintas vertientes modernas del metal extremo, consolidó un sonido propio: un black metal melódico y sinfónico cargado de atmósferas grandiosas, narrativa trágica y emociones viscerales.
Su demo de 2023, Chaos Unfolds, marcó el punto de partida para su obra más ambiciosa, Obsidian Flame of Thy Offering, con la que pretenden expandir aún más sus horizontes sonoros y conceptuales. Ese mismo impulso creativo los llevó a conquistar en septiembre de 2024 el Festival Tremplin-L’Boulevard, convirtiéndose en la primera banda de black metal en la historia del evento en llevarse el primer premio. Su actuación fue descrita como demoledora, perfecta en ejecución y capaz de impresionar incluso a quienes jamás se habían acercado al metal extremo.
El eco de aquella victoria llegó a la prensa internacional: Metal Hammer destacó la visión artística del grupo, señalando a Pagan Ulver como un símbolo de que el futuro del metal también late con fuerza en África. Con entrevistas y reportajes que subrayan tanto sus retos como su determinación, la banda se ha ganado un espacio en la conversación global sobre el presente y el porvenir del género.
Fieles a la crudeza del black metal en lo visual —corpse paint y presencia escénica imponente—, Pagan Ulver busca elevar su estética en directo hacia un terreno aún más épico y dramático, en sintonía con la esencia de su música. Lo suyo no es repetir fórmulas: es romper fronteras y demostrar que la oscuridad del metal no entiende de geografías.
Con su debut en camino y una identidad ya forjada en fuego, Pagan Ulver no solo representa una nueva era para el metal marroquí, sino también una llamada de atención al mundo entero: la tormenta viene del sur, y no piensa pedir permiso.
Sepultado en la penumbra durante veinticinco años, OAK COFFIN es exhumado en 2025 para invocar The Obsidian Ritual, un acto de profanación y misantropía absoluta. No es un simple regreso, sino una maldición hecha música: un ritual blasfemo donde cada corte se convierte en un golpe de oscuridad que corroe lo divino y arrastra al oyente al vacío.
El álbum abre con 1. My Fire, una llama maldita que enciende la ceremonia, seguida por 2. I Am the Ruler of This Earth, himno de dominio blasfemo cuya letra escupe sobre todo lo sagrado. El viaje prosigue con 3. Catoptromancy, conjuro de espejos y visiones, y 4. …An Offering, sacrificio sonoro ofrecido al abismo. La maldición continúa con 5. The Witch’s Amulet, reliquia embrujada que late en la penumbra, y 6. Darkness Implacable, interludio breve pero devastador que sella el aire con vacío absoluto.
De allí se desciende a 7. Journey to a Ruined Temple, peregrinación entre ruinas espectrales, y al látigo cruel de 8. Whip Strikes Skin, donde la carne se quiebra al ritmo del odio. Luego emerge 9. Where Spirits Merge, unión etérea en el reino de los muertos, hasta desembocar en la pieza final, 10. The Obsidian Ritual, eje y epitafio de la obra: un aquelarre de fuego negro que consume todo rastro de luz.
Con estos diez cantos de negrura, OAK COFFIN se alza nuevamente como un espectro eterno, reclamando su lugar en el panteón maldito del black metal underground.
Valontuoja, que en finlandés significa “Portador de Luz”, es un proyecto unipersonal de black metal concebido en las gélidas entrañas de Helsinki bajo la visión de Jal’zoroth. Fundado en 2024, surge como un eco de la tradición más ortodoxa del género, pero al mismo tiempo como una entidad propia, en la que la crudeza absoluta convive con una sensibilidad atmosférica cargada de misticismo.
Lejos de ser un mero ejercicio de nostalgia, Valontuoja se erige como un canal ritual, un medio de evocación donde la música no es entretenimiento, sino invocación: un llamado a los abismos de la conciencia y al eterno ciclo de destrucción y creación. Su propuesta sonora se sostiene sobre la fiereza del black metal más primitivo, pero enriquecida por capas melódicas y etéreas que proyectan una sensación de inmensidad, como si cada nota fuera una grieta abierta hacia un mundo desolado y sin retorno.
El tapiz musical de Valontuoja no se limita a la violencia desatada; en su núcleo late una belleza oscura, melancólica y profundamente espiritual. Se trata de un sonido que se alimenta del frío, de la soledad y de la insignificancia del ser humano frente a la naturaleza, esa fuerza inmutable que aplasta, devora y renace con indiferencia absoluta. Cada composición es un viaje donde la desesperación humana se enfrenta al espejo de lo sublime: un diálogo entre lo efímero y lo eterno, entre el fuego del espíritu y el hielo de la existencia.
Valontuoja no promete redención. La luz que porta no ilumina caminos de salvación, sino que revela la inmensidad de la nada, despojando al oyente de toda ilusión de sentido. Es un faro invertido que guía hacia la oscuridad más profunda, un símbolo de resistencia frente a la decadencia espiritual de la modernidad y un testimonio de que en el corazón del vacío puede encontrarse la más intensa de las revelaciones.